lunes, 23 de noviembre de 2015

Me enamoro demasiado fácil.

Me encamoro demasiado fácil. De la gente, de las personas, de las buenas personas. Hay poca gente que me gusta de verdad, que me gusta como son y su forma de ver el mundo. Gente que me apasione, que me den ganas de conocer más de ellos, de pasar más tiempo escuchando y compartiendo aventuras. Me enamoro tan fácil, que me vale con un fin de semana para echar de menos a alguien. Para creerme que ha entrado en mi vida para quedarse. Para realmente desear que se quede. Tan fácil, que me duele cuando no pasa, cuando no se quedan, cuando no se quieren quedar.

martes, 15 de julio de 2014

Mi pasado, mi presente y mi futuro.

No solía entender a la gente que sufre por amores del pasado. Los he tenido, pero dejaba que pasara el tiempo y él hacía todo el trabajo. Olvidaba y borraba todos los buenos y malos momentos hasta que dejasen de hacer daño. Pero contigo... contigo todo ha sido diferente. Vivimos una vida en un suspiro, un segundo para vivirlo eternamente. Cierro los ojos y veo los tuyos. Pienso en mi vida y la veo vacía sin ti. Eras todo lo que necesitaba pero no quería, eras todo lo que quería pero no necesitaba. En definitiva, eras lo que me faltaba para ser perfecta. Contigo todo tenía sentido, era como si, joder, como si el mundo fuese un lugar mejor cada vez que me besabas, o cada vez que me cogías la mano desde el asiento delantero del coche, para, como tú decías, "sentir que estaba ahí". No aprendí lo que era amar hasta que tú me enseñaste. No sabía lo que era querer hasta que te quise. No solía entender a la gente que sufre por amores del pasado, hasta que tú te convertiste en mi pasado, mi presente y mi futuro.

Hablan de olvidar.

Hablan de olvidar, que el tiempo todo lo cura, locura es que yo te pueda olvidar.

Porque, quién querría, en su sano juicio, olvidarte, olvidar tu sonrisa, tus ganas de verme y tu forma de mirar. Quién querría, porque yo no.

Hablan de olvidar, que el tiempo todo lo cura, locura es que yo te quiera olvidar.

jueves, 22 de mayo de 2014

Sólo eso, recuerdos.

-Tú no sabes lo que era, esa sonrisa debajo de esa mirada tan perfecta. No sabes lo que era saber que llevaba mi nombre.-

-Me cuesta, me cuesta cada día más olvidarte. O no pensarte. Sé que pasará, pero no quiero que pase, quiero que acabe conmigo entre tus brazos, quiero vivir junto a ti y morir contigo. Lo quiero todo contigo.-

-Corazón yonki, yonki de palabras bonitas, de sentimientos encontrados pero jamás perdidos. Yonki, yonki de amor.-

Pd. Sigo sonriendo con tu recuerdo. Sigo llorando que sean sólo eso, recuerdos.

jueves, 1 de mayo de 2014

Puto corazón.

¿Recuerdas cuando quisiste por primera vez? Todo era nuevo, todo era bonito, todo era puro. Corazón virgen. Un corazón limpio, tierno, sin rasguños, con cabida para todo el amor que se puede dar a una persona. ¿Lo llenaste, verdad? ¿Y recuerdas que pasó después? ¿Lo rompieron? El mío sí. Suele pasar, no te preocupes. Seguiste tu camino, con un corazón magullado, con una pequeña rotura que lo hace temeroso y desconfiado. Por cuestiones caprichosas del destino, antes incluso de que haya cicatrizado, dejas que entre otra persona. Tu corazón se llena, se hincha de amor, tanto, que ya ni siquiera eres capaz de ver esa esa pequeña cicatriz que estaba aún por curar.

No pasa nada, te volvieron a romper. Y, joder, reaparece la cicatriz, se desgarra con un propio "te lo dije" que te suelta la razón. Y es verdad, te lo dije. Corazón débil, raquítico, con miedo pero sobre todo reacio a nuevos protagonistas que consigan romperlo de nuevo. Pasa el tiempo y, mierda, la historia de mi vida, no sabes ya ni cómo pero has dejado que vuelvan a entrar. La próxima vez cierra la puerta. Corazón débil ya no sabe si querer, corazón débil lo hace poco a poco, pero lo hace. Quiere, se engrandece, vuelve a esconder las heridas, ya no hacen falta, ya está ciego de nuevo.

Un grito ahogado de la razón advierte desde lejos "estás queriendo demasiado". Para qué escuchar, se está feliz aquí arriba, en la nube que juntos hemos creado. ¿Adivinas qué pasa? Exacto, caemos en picado. Sobra el "te lo dije", sobra decir lo desgarrada que está ya la herida que desvirgó aquel corazón puro. Sobra contar la poca vida que le queda ya a este corazón, corazón puto, puto corazón.

domingo, 27 de abril de 2014

Que soy pequeñita, sí, pero puedo llenar mucho.

A nadie le gustan los vacíos. No entiendo por qué, son espacios que puedes llenar con cosas que te gustan. Por ejemplo, las sonrisas, sonrisas grandes y plenas, con carcajadas de por medio y, por qué no, el aire que cogemos después de cada una de ellas. Una mirada cómplice, otra asesina y quizás una con pena. Una broma, un chiste, un cumplido, el pique con un amigo. ¿Cuántas cosas más nos caben? Pues depende del vacío. Y sí, los vacíos a veces duelen. Pero, ¿y lo bonito que es volver a llenarlos? No sé tú, pero con cada vacío aprendo a valorar más las cosas con las que lo lleno. Una persona que está a tu lado, cuando te caes, esa que se ríe primero y te ayuda después. Esa que hace que te rías de tu propia caída, aunque haya dolido. Esa te ayuda a llenar el vacío, te regala sonrisas, carcajadas, te proporciona lo que a ti te falta. Te llena los vacíos. En mi caso, soy de lo más afortunado, me rodeo de unas cuantas personitas así. Que por grande que sea el vacío, me ayudan a llenarlo. No sé, gracias, supongo. Espero algún día ser la que ayude a llenar vuestros vacíos, me meto yo si hiciera falta. Que soy pequeñita, sí, pero puedo llenar mucho.

martes, 31 de diciembre de 2013

He aprendido mucho este año, he aprendido mucho de mi.

Si algo he aprendido este año es que lo que empieza rápido, acaba aún más rápido. Que si quieres algo, solo tienes que intentarlo con todas tus fuerzas. Que querer no es siempre bonito, de hecho, pocas veces lo es. Que las promesas no valen si la boca que las suelta está sucia de mentiras. Que un corazón cobarde sólo puede querer a ratos. Que mi corazón es lo más valiente que jamás nadie podía haber imaginado. Se cura solo, sabe perdonar y aprende a querer. Es desconfiado, pero cuando quiere, quiere con locura. Y no hablo de una locura normal, sino la locura de luces de neon, mezcladas con todos los colores y formas que se puedan imaginar. Una locura sana, que si se abusa de ella se vuelve insana.
He aprendido mucho este año, he aprendido mucho de mi.