lunes, 23 de abril de 2012

No se si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo.

Otro tanto sin escribir, lo que hace twitter... No es que haya nada que contar. Bueno, quizás si. Pero como son cosas de las que una prefiere olvidarse, pues tampoco hay que hacer mucha fiesta. A ver, semana santa, balance: primera semana sin mucho movimiento, segunda a Isla Canela, bastante genial; el último finde, desfase. Creo que me pasé con el alcohol o alguien que yo me se se pasó más de lo habitual. No fue como esperaba, pero al menos no me disgusta demasiado. Ahora bien, borrón y cuenta nueva y si te he visto no me acuerdo. Más vale que todo siga igual, sino va a haber unas cuantas palabras de por medio.


¿Qué más? Ah, si, misión semi cumplida. Quizás sea por mi larga ausencia o por las coincidencias de la vida que me conducen tan bien por mi camino, pero no se si es mejor así. Hace prácticamente un año que estaba deseando que llegase el verano, y ahora estoy igual pero no. Hay cosas que cambian, otras en cambio siguen igual.

Deseos, sueños, ilusiones, niguno de ellos se cumple jamás. Ya puedes tirarte años esperando que si no mueves el culo nada se cumple. La cuestión es qué pasa cuando a una no le da la gana de hacer nada. ¿Se cumplirán si la otra parte se mueve? ¿Se moverá la otra parte? ¿No será ya hora de olvidarse de todo?
Dudas, ellas siempre estarán ahí, jodiendo, llenando tu cabeza con mierda hasta que ya no puedes más y explotas. Que dramática me pongo... En fin, una vez más, exagero. Sí, la vida es maravillosa, blablabla, color rosa, mariposas y esas cosas. Ale, eso es un final feliz, ¿no? Pues ya está.

Hasta la próxima, si la vida nos trata bien.


domingo, 8 de abril de 2012

Lecciones morales.

Puede que de vez en cuando una necesite una hostia para reaccionar ante el mundo. Lo normal es que las hostias duelan. Soy rara. Me han dado una y lo he agradecido. Soy muy rara. Quizás sea porque me la han dado en el momento oportuno y de la mejor manera posible: a base de verdades. Digamos que cada día me siento más imbécil, con menos recursos para seguir adelante. Puede que sea que ya me da igual si soy yo la mal tratada o que ni siquiera me doy cuenta de ello. No lo se.

Es en esos momentos en los que se agradece una voz que te guíe y, joder, más si consigue abrirte los ojos. En fin, no me cansaré de decirlo pero me cagoenlaputa no podía haberte conocido en otra situación más sencilla de llevar, no. Pues toca tragar. Y como jode... Porque cuanto más lo pienso, más rabia me da. Me hace preguntarme qué hice mal en alguna otra vida.

Qué se le va a hacer, ya me he acostumbrado a joderme así que no me queda otra. A seguir adelante, sonrisa en boca y a la uni a conocer a people. Todos felices. Ya se verá como acaba todo cuando haya que decir adiós.
Enviado desde mi BlackBerry de Yoigo