sábado, 23 de febrero de 2013

Si te lo pido, responde.

Imagina una pequeña niña inocente. Ahora imagina un gran mundo lleno de maldad. Intenta imaginar cómo podría sobrevivir esa pequeña niña en ese mundo enorme. ¿Puedes? Yo no.

Pues eso, si es que ya los palos me vienen por todos lados. Quizás sea yo que lo exagero, pero cuando los de mi alrededor me confirman mi teoría sé que no es así. ¿Qué cojones he hecho para que se me caiga el cielo a trozos encima?

Esto son solo divagaciones de un alma agilipollada y perdida en ese gran mundo.

Ni siquiera una frase tiene algo que ver con la anterior, sin más, palabras, una tras otra, palabras que hacen que me relaje, me sienta mejor.

Anteriormente dije que la nueva Janire había podido con esta, mentí. No aguantó ni dos días, y esto es como los combates, hasta la cuenta de 3 no se gana. Siguiente asalto, va ganando la débil. Quizás no lo sea tanto como parece. Sabe encajar los golpes, si cae se levanta, mira hacia el otro lado, se antepone a los movimientos del contrincante... No, no es débil, es inocente, pequeña e inocente. Esto me hace responder a la pregunta del principio, ¿Puedo imaginarla en ese mundo? Sí, ¿y sabes qué? Ya no es inocente, no lo volverá a ser jamás.

jueves, 7 de febrero de 2013

Operación aritmética de reducción.

Cada vez que te parten el corazón, el cuerpo, instintivamente, se queda con la mitad más grande. Aún así, la siguiente vez, la parte a dividir es la mitad que la vez anterior. Así una y otra vez, hasta que lo único que nos queda es un tiznajo de lo que un día fue un grandioso corazón capaz de amar plenamente.
Nos demos cuenta o no, es una autodefensa, la parte de corazón que se desvanece lo hace convirtiéndose en sabiduría. Por eso, con cada ruptura aprendemos algo, nos hacemos más fuertes, crecemos como personas mientras nuestro corazón encoge.
¿Qué será del mío? Ya no hablo en temas de amor, eso lo aparqué hace ya tiempo. Hablo en cuanto a querer a la gente que seguramente en un futuro te la acabe jugando. Ya no soy esa niña ilusa que piensa "No, esta vez es diferente, esta vez es de verdad". Y una mierda. Y una jodida mierda.
No sé a qué viene todo esto. Bueno, sí. He perdido a alguien que jamás he tenido, y ¿por qué? Porque puedo. He podido. La Janire de hace un año no hubiese podido, ¿pero sabes qué? Que la jodan, yo lo he hecho. He pasado de lo poco que queda de mi tullido corazón, lo he partido yo misma, con mis propias manos, disfrutando el momento con una amplia sonrisa en la cara. Y ole mis santos cojones.
Que a gusto se queda una.
Satisfacción personal. Logro desbloqueado. Llámalo como quieras, me he comido a la Janire débil.

Ah, adivina qué, sí, mañana tengo examen, curioso, ¿eh?